Reconocida por sus premiadas luminarias firmadas por diseñadores internacionales, Vibia cuenta con un equipo de montaje que –en gran medida– entre bastidores da vida a estos productos. En la fábrica de la marca, cerca de Barcelona, el equipo de fabricación de Vibia desarrolla un papel esencial en la elaboración de estos diseños que requieren un trabajo de un elevado nivel de precisión. Hablamos con varios de estos esmerados técnicos para conocer desde el interior de la empresa sus experiencias en la compañía.
El montador Edu Parés trabaja en Vibia desde hace casi dos décadas. Lo que más valora de su trabajo es viajar a ferias comerciales, donde se encarga de construir los stands y de instalar las luminarias.
«El trabajo en equipo es genial», dice. «Todos sabemos lo que tenemos que hacer y cada uno lo hace lo mejor posible. Cuando el stand está terminado, siento como si fuera una parte de mí».
A lo largo de estos años, Parés ha aprendido nuevas formas de colaborar con los diferentes equipos para «definir cuál es la mejor manera de trabajar en un producto. Es muy, muy positivo». Relatando sus años en Vibia, que se ha transformado en una compañía internacional, dice: «Ver de qué manera empezamos y donde estamos ahora forma parte de mí y me hace muy feliz».
Valentina Doinita Boboc ha sido montadora de Vibia durante trece años. Llegó buscando un nuevo ámbito en el que aprender y describe su experiencia en la empresa como «una aventura… Me ha permitido descubrir algo totalmente diferente a lo que había hecho antes».
Boboc es ahora una master centrada en el desarrollo de producto y considera que su trayectoria en Vibia es una experiencia de «creatividad, autoconocimiento y crecimiento personal a través de metas desafiantes».
El montador Carlos Modesto, a quien todos llaman Carlitos, lleva más de treinta años en Vibia. A lo largo de este tiempo, ha desempeñado diversas funciones: ensamblador, recepcionista y embalador. «He pasado por diferentes etapas en la empresa».
Su mayor satisfacción consiste en gestionar los múltiples desafíos que afronta a diario –«nunca trabajas en el mismo problema»– y ver terminado el producto que ha ayudado a crear. También le maravilla la evolución de Vibia.
«Pensar en los inicios y ver donde estamos ahora, con la nueva sede, me hace sentir muy satisfecho porque me siento parte de ello».
Modesto, fanático del fútbol, siente debilidad por la lámpara Pin: «He trabajado en ella desde el primer día. Para mí, es como un hijo». Sus otros dos diseños preferidos son Palo Alto y Suite.