Cuando el espacio real y el espacio digital se encuentran: una conversación entre Isern Serra y Ezequiel Pini

En el barrio barcelonés de Poblenou, este espacioso interior acoge una actividad en parte privada y en parte pública.

Además de las cortinas, una serie de elementos arquitectónicos, como las entreplantas y los muebles empotrados, ayudan a articular un programa adaptable de trabajo, una exposición y una cafetería. Los tonos tierra y el magistral manejo de la luz natural y artificial crean un espacio orgánico y envolvente.

Tempo, de Vibia, preside la mesa de la cocina, situada junto al patio poblado de plantas, la zona más privada del proyecto. Hemos pedido a Isern y a Ezequiel que nos expliquen las razones de su elección de materiales, colores y luminarias para este interior tan innovador.

Contadnos, ¿cómo empezó vuestra colaboración? ¿ya os conocíais previamente?

E: Conocía el trabajo de Isern, y nos habíamos conocido personalmente en una charla que he dado Flowers by Bornay, allá por el 2018. Quería algo que me haga sentir como en casa, pero en mi lugar de trabajo. Me gustó mucho la reforma que ha hecho en su casa taller que tienen con Valeria Vasi, y sumado a otras oficinas que tenía como experiencia y creí que podía ser el diseñador ideal para mi estudio.

I: Para mi fue un honor que me llamara para que me encargara el diseño de su espacio de trabajo! Seguía su trabajo des de hacía mucho tiempo.

¿Ezequiel, cuáles eran los requerimientos o briefing del estudio a la hora de empezar este proyecto? ¿Qué es lo que buscabas para este nuevo espacio?

E: Desde el primer momento tenía en claro que quería un espacio multidisciplinario, donde haya varias zonas, limitadas pero que se sientan unidas a la vez. La calidez y lo humano me parecía claves, quería que invite a pasarlo allí.
Otros requerimientos más específicos fueron la parte de showroom, un pequeño taller, una sala individual y refrigerada para los ordenadores, quería también la cocina y un espacio que se pueda usar para reuniones cuando es necesario, además de la zona principal de trabajo.

¿Isern, cuál ha sido el mayor reto del proyecto?

I: No ha habido retos, ha sido un proyecto muy fluido, muy agradable, Ezequiel confió en mi des del principio y la verdad que estuvimos siempre muy alineados. Quizá las mayores dificultades fueron encajar el programa en el espacio existente y encontrar el punto de texturizado en la pared…algo que fuera muy matérico pero que no fuera decorativo. Cálido pero Raw a su vez…esto me llevo muchas pruebas con diferentes materiales.
Encontrar el tono exacto y poderlo transformar en los diferentes materiales que hay en el proyecto también me llevo mucho tiempo, mucha investigación.

Six n’ Five es un estudio creativo, ¿cómo conseguisteis reflejar esta creatividad en el nuevo espacio y qué sensaciones/emociones esperabais poder transmitir?

E: Isern ha tenido mucho que ver aquí. En la etapa inicial fuimos pasando por varias propuestas, distintos tipos de formas y disposiciones. Me sentía cómodo algo más minimal y neutro. Y estábamos super alineados en la calidez y bienestar que tenía que brindar el espacio. Esa sensación de estar en casa me parecía fundamental en un lugar de paso muchas horas. En casa me gusta recibir visitas, juntarnos para alguna comida, compartir momentos. Creo que el espacio trasmite todo y mucho más de lo esperado.

¿A qué se debe la elección de tonos neutros y claros tanto en el mobiliario como en las paredes y suelo? ¿Fue un requerimiento previo?

I: Bueno los dos queríamos que fuera algo muy cálido, muy natural, muy sereno y esto lo obtuvimos jugando con esta paleta de colores.

El resultado final también muestra una gran atención a los materiales y a lo artesanal…

I: Si totalmente…Nos gustaba este juego entre lo matérico del espacio y lo eterio que se trabaja en el estudio de Ezequiel! Queríamos que todo tuviera un carácter artesanal, que el concepto de hecho a mano estuviera muy presente, por eso la elección del microcemento como elemento que cubre todos los elementos de obra que se hicieron in situ manualmente fue clave. La mesa encofrada, la grada, las escaleras que dan a la cocina todo son claros elementos arquitectónico, pero jugando en una proporción muy humana que da una paz muy palpable cuando se está en el espacio.

¿Qué papel juega la luz, tanto natural como artificial, en un entorno como éste?

E: Para mí la luz natural es fundamental para cualquier actividad que haga. Siempre digo que tengo como un panel solar en mi cuerpo, donde la luz natural y el sol me cargan de energía para continuar o empezar mis actividades. A la hora de buscar la propiedad, los ventanales y la entrada de luz fueron clave en la elección. De noche, la luz es muy cálida y suave. Cuando oscurece pronto, invita a quedarse un rato más.

I: La luz es el otro elemento que teníamos a favor, un sol de tarde que aun enfatizaba más el concepto de santuario, de tranquilidad, de serenidad que buscábamos.
A demás al trabajar la gran jardinera exterior con plantas, las sombras que se crean al interior son de una gran belleza.
De noche se buscó un ambiente cálido, domestico, huyendo del concepto de iluminación de oficina tradicional. Muy puntual y agradable donde la luz marca las diferentes zonas del espacio abierto y te genera rincones.

I + E: ¿Cómo llegasteis a elegir la colección Tempo de Vibia, ¿cuáles son las características que os llevaron a pensar que podría quedar en armonía con el resto del entorno?

E: Fue una propuesta de Isern, que me ha gustado mucho.

I: Fue de las pocas cosas que tenía claras des del inicio…Soy muy fan del producto diseñado por Lievore Altherr. Me gustaba el contraste que se generaba entre un espacio tan majestuoso y matérico con las dos lámparas sutiles y delicadas que caían encima de la mesa esto me atraía. Una luz puntual encima de la mesa y que se integraban perfectamente en el paisaje del espacio.

¿En qué área se decidió colocarla y por qué?

I: Tenía clara que tenía que estar en la cocina encima de la mesa que hacía de fondo del espacio de trabajo…me encanta la simplicidad y la elegancia que desprende y la luz que da.
La verdad que es una lámpara muy bonita y atemporal, conceptos muy vinculados a mis proyectos.

Créditos:
– Fotografía: Salva Lopez